martes, 26 de abril de 2011

Tu luz... tu guía



En estas horas de penumbra...

que la evocación de tus ejemplos aparecen como destellos sobre ébano encapotado...

como cuando la lluvia no cesaba y la casa inundaba...

cuando las heridas físicas de un adolescente inquieto llegaban hasta el alma...

en momentos que el asma golpeaba y el oxígeno entregaba sus últimas reservas...

cuando los repasos no bastaban para comprender matemáticas...

caso de un padre violento y un niño que lloraba asustado...

cuando avezados delincuentes percutaban un révolver, amenazantes...

como cada vez que el peligro acechaba...

cual tantas veces.... ayúdame, dame tu claridad y tranquilidad necesarias

para tomar las decisiones más  adecuadas...

Naricita respingada.