sábado, 17 de noviembre de 2012

MISERIAS...


Algunos, o muchos, será porque las vida ya les vale caca, su pena es inclemente o se pasaron de droga, miran al cielo abriendo los brazos o buscan en sus fantasías más esforzadas para encontrar el infierno.
Y son tan ilusos...
El averno convive. Y no es sólo etereo o nos tienta cada vez vestido en diversidad. También, se hace tangible, físico, demoniaco, terrible como el odio de dios en los versos de Vallejo hasta rozar nuestros cabellos o invadir nuestra perspectiva.
Ayer, incluso, se me plantó nuevamente. En un camino terroso, lúgubre, de huesos desperdigados, estiercol salpicante y almas perdidas marcando la ruta.
Entre espesas nubes generadas por toneladas de desperdicio incinerándose, cuerpos hechos fantasmales cuando densas nubes los rasgan. Manadas bípedas.
Pero, que bah, no son sino aquellos que la presunta bonanza nacional y regional no les alcanzó las uñas de los pies. Los desterrados hijos de Eva en un valle que no buscaron pero al que los empujaron. Negados. Angeles caídos entre la mierda humana. Donde las plagas se inoculan cada segundo y la expectativa de vida no cuenta.
Donde, seas niño o anciano, varón o mujer, te sumerges en podredumbre para salvar tu dignidad mientras la autoridad te tira lo que no le sirve o a vomitado.
Tras la cárcel, en Trujillo, en El Milagro. O dentro?