miércoles, 5 de septiembre de 2012

Evocaciones hacia el cielo


Nunca supe que comida era su preferida. Tampoco si disfrutaba más de la lectura o la música. Además, hasta ahora reflexiono porque no le gustaba bailar si quien suscribe es afecto a mover el esqueleto aunque genere vergüenza. Quizás las inquietudes y desordenes propios de un adolescente rebelde evitaron que pudiera revelar esos enigmas antes que ascienda, un día de mayo, cuando el hacedor convocó a nuevos ángeles.

Sin embargo, claro si me queda, cual sonido del rayo en una noche silente o aquella  única vez que me dio ‘catana’ por no ir a la escuela, su ferviente solidaridad, su alma de apóstol. Esa permanente intención por ayudar a quien se lo pidiera sin distingo de clases y que la hicieron inmortal. Pues ella no expiró. Más aún, su masa creció sideralmente y, cual Urano, se ha hecho vigilante de una sociedad cada vez más desigual hasta hacerse sentir en cada esquina donde el marginado te alza la mano o la injusticia acosa.
Pues en aquellos que saltan cual conejos frente a tu parabrisas mientras el semáforo sigue en rojo o en esos tiernos que limpian lápidas en cualquier cementerio, ella está. Allí donde la esperanza parece pérdida y los cuerpos deambulan saturados de droga, levita. En esa última chocita que rasga los cielos y habitan débiles pastores atentos a su rebaño, mora. Donde los niños sufren desnutrición y sus padres lloran por no tener.  En todos los débiles que te alimentan con una sonrisa agradecida y evocan las madrugadas sanando enfermos en un pueblo pobre, las donaciones de medicina a quienes no tenían o los consejos profundos a quienes no entendían.
Y, claro es, en las ideas de aquel loquito que daría la mitad de su vida por retroceder al tiempo y robarle cinco minutos de aquellas  noches con libros abiertos y  una hermosa señora que, aunque muy agotada, pacientemente me explicaba las materias al amparo de una vela casi derretida. Era ella, doña Rosita, la que debió ascender, pero nunca morir. Y no en un 31 de agosto, su fecha de nacimiento.