sábado, 25 de febrero de 2012

Entre dos bandos

La grama, verde encendida, le ha ganado terreno a lo pétreo y negro, mientras la naturaleza le nutre desde los cielos con jugos transparentes. De a pocos, la cubre y abraza a pesar de su férrea materia. Se mete entre sus líneas y rendijas hasta llegar a las entrañas como el agua que uno toma.


Me miro en ese panorama, cuadrado de adobe y madera de cuatro centurias y un olor a historia agrícola, mientras acompaño a Cristhian, el catequista del paraje cajabambino que hoy me da estacionamiento. El verde es mi esperanza. La piedra, mi desconfianza.

domingo, 12 de febrero de 2012

...vidita

Y allí está ella. Siempre esperando. Atenta cual madre a sus cachorros.
Con sus ojos grandes como platos brillantes.
Con su cabello alborotado que parece retar al viento y nariz de botoncito.
Y sus repentinos arrebatos que me complican. Y su cariño incombustible y paciencia de apóstol que me nutren el alma.
Es el amor que roza lo auténtico. Mi vidita.