jueves, 17 de mayo de 2012

ANTHONY...


¿Para qué, 'tíllo'?,
Ya no quiero tu compasión
¿Para qué si pronto te irás?
Por qué si, finalmente, tus afectos sólo son paliativos y, perturbado por estetoscopios ante mi pecho o lumbres sobre mis ojos, quedaré rengo del alma como esas reses que sufren azotes de sus propios amos.
¿Qué sentido tiene si mi ruta aún es larga en esta naturaleza rica, pero poblada de espíritus duros y corazones que no sienten de tanto abuso?
¿De que sirve, mientras tú, incluso tú, sufres tus propias penas y todavía debes simular?
No, 'tíllo'. Ya, no, déjame ´pue´. Mantenme libre comiendo mis flores dulces y cazando mis pogos.
Que mejor es caminar así, disfrutando mi propio apu, saltando mis propias trampas y burlándome de mis propias tonterías, arriando mis mulitos celestiales y galopando con mis caballitos imaginarios. Allí, entre los verdes montes y brillantes soles de mis neuronas, no habitan espíritus inertes ni corazones sin sentimiento o habrá quienes me señalen y griten por ser libre.
¡Y, que insensatos, ¡!!todos, todos los que me señalan!!!, Allí soy más feliz que ustedes, allí, en ese paraíso  de los que no fingen, no me someto a nadie, la gente  comparten hasta el más pequeño de sus manjares y los derechos no son mutilados ni hay líderes corruptos.
Allí no hay que pedir nada, sólo tomarlo con devoción y preservar su eternidad.
Pero aca, insensato terrenal, ni tu  ni nadie, lo comprende. Porque la desconfianza es ley y la arrogancia sitiada.
Entonces, déjame `pue`, déjame, pues tus intentos no alcanzan para comprender. Además, como las paca-pacas de abril pronto alzarás vuelo.
Por eso, ¿para que, tillo?, ¿para qué?. Déjame, déjame comiendo mis flores dulces y cazando mis pogos...