sábado, 21 de febrero de 2009

Se casó Paco (¿y yo?)


Era abril del año 2004 cuando, fresco aún como jefe de prensa del club Universidad César Vallejo, trabajaba en una oficina instalada en el campus universitario de esa casa superior. Cada mañana, luego de seguir los entrenamientos matutinos del plantel de fútbol me la pasaba metido en ese recinto, entre papeles, datos, grabadoras y alumnos que, curiosos, asomaban la cabeza por la ventana cuando pasaban presurosos hacia sus aulas. Redactando notas de prensa, actualizando la página web oficial del club o distribuyendo información requerida por los medios de comunicación mataba el tiempo.

Pero aún así, en tales aburridas circunstancias, conocí a quien se convertiría en uno de esos notables amigos que la vida me ha entregado. Esos, que a despecho de lo olvidado que uno puede tenerlos, siempre están allí, tan dispuestos que son capaces de tirarse veinte horas de viaje para hacer reportajes en una mina a cuatro mil metros de altura o comerse el riesgo de ser linchado y la vergüenza de secundar a un tipo que, arrepentido y enamorado, suplica perdón a una familia indignada que vive a 200 mil kilómetros de distancia, en la gran Lima.

“Maestro, usted tiene su experiencia en comunicaciones pues y quisiéramos hacerle una prueba para ver si puede dirigir nuestro programa de televisión. Al toque nomás, aquí al frente, en el canal 15” me dijo aquella mañana veraniega y nos hicimos compañeros de trabajo pero, fundamentalmente, amigos eternos. Ese fue y es Paco Barquero, que hoy, hace unas horas, se casó…

Se amarró tras ocho años de intensa relación con Gaby, pero no con ella, sino con Paola, a quien conocía hace muchos años e hizo su enamorada recién. El gordo parecía mozo de restaurante ficho con su inmaculado atuendo blanquinegro en la iglesia Fátima. Pero ni así me causó gracia… Verlo tan feliz me supuso leves sonrisas pero largas y abrumantes nostalgias. Y no se porqué pero las parejas felices me apenan. Será la envidia eh.

Pero bueno, se casó Paco. Y ya no tendré, probablemente, quien me acompañé hasta el fin de mundo cada que me arrepiento de meter la pata con una chica enamorada. O quien corra a mi lugar cuando este deprimido. O quizá no, de repente me sirva para descubrir que son más los amigos incondicionales como él. Que Luis Miguel, Lucho Amaya, Toño Gutiérrez, Martha, Rina, Challe, Jésica y Jose también merecen su crédito.

Feliz matrimonio mi querido Paco. Y que tu alegría conyugal sea imperecedera.

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