viernes, 13 de julio de 2007

Concretando un sueño


Cuantas veces lo pensé, cuantas veces lo soñé… confieso que en los últimos dos años nunca he tenido una emoción tan intensa como recibir las llaves de mi propia casa. Ese sentir de tenencia de una estructura tan importante en la vida de cualquier mortal ansioso de desarrollo y concreción te genera un estímulo incomparable.

Hasta recordé a mi madre y quise pensar como hubiera recibido tal consecuencia. Probablemente hubiera llorado mientras me abrazaba o se le hubieran vidriado los ojos como me ocurrió cuando me dirigía en el taxi hacia mi nuevo hogar. Y es que era tan emotiva y expresiva con los logros de cada uno de sus hijos…

Dos pisos, cuatro dormitorios, sala (¡que linda es!), comedor, tres baños, amplia cocina, cochera, azotea, jardín… todo dentro de un bello condominio y sobretodo, en medio de una paz que alivia y que ni Plaza Vea (acaba de instalarse en la misma zona donde habitaré) altera. Ahora sólo falta conseguir una novia que la decore. Lo malo que no las venden en ninguna inmobiliaria...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

y si ... no se vende en una inmoviliaria un amor... pero tene paciencia...solo un poco de paciencia... que la decoradora argentina esta en camino...tkm

Anónimo dijo...

perdon perdon... inmobiliaria!!! con bbbbb!! jajaja lo corrijo antes que me retes!!! fue sin querer el error!!!
tkm