viernes, 4 de noviembre de 2011

El guardián del valle

El estruendo que baja de las quebradas gobierna en el valle encantado.

Es como un totem tras los árboles... la madre naturaleza que vigila.

De repent, 'Buenos días señor' el recelo se hace carne y preguntas a un foraneo cansado. Le sonríe, placentero, y le acepta tomar una placa con su reino como fondo.

El guardián toma el camino y se pierde, lejos, cual  polvo en el viento.

Entonces, la naturaleza ya no brama... ahora, silba, calma, quizá contenta, sobre hilos de agua que bajan

y culebrean sobre el fondo del llano y pinos coquetos.
Segundo después, estiro los ojos hacia la ruta, con ironía. El vigilante ya no está.

domingo, 8 de mayo de 2011

Un segundo domingo de mayo

Procesiones de miradas perdidas…


Caras largas sobre pasos muy cansados…

Flores, muchas flores….

Susurros de oración poblando el clima

Niños que se golpean por ser los elegidos para acarrear el agua…

Jóvenes ingeniosos que hasta de plásticos rotos convierten floreros…

Esas inmensas muchedumbres de largas horas que pocos pueden lograr….

Igual, no hay nada más triste que un cementerio…

Así sea un segundo domingo de mayo, un día tan especial…

martes, 26 de abril de 2011

Tu luz... tu guía



En estas horas de penumbra...

que la evocación de tus ejemplos aparecen como destellos sobre ébano encapotado...

como cuando la lluvia no cesaba y la casa inundaba...

cuando las heridas físicas de un adolescente inquieto llegaban hasta el alma...

en momentos que el asma golpeaba y el oxígeno entregaba sus últimas reservas...

cuando los repasos no bastaban para comprender matemáticas...

caso de un padre violento y un niño que lloraba asustado...

cuando avezados delincuentes percutaban un révolver, amenazantes...

como cada vez que el peligro acechaba...

cual tantas veces.... ayúdame, dame tu claridad y tranquilidad necesarias

para tomar las decisiones más  adecuadas...

Naricita respingada.

lunes, 21 de marzo de 2011

Ese hincha...

Ey, carajo… ey, vamos, todos a atacar!, arriba, arriba!... al arco, arcoooo!

Y sus gritos se los lleva el viento… y nadie los recoge…

Sólo su ilusión de representatividad…

De ser parte en este sistema tan marginativo…

Y mueve los brazos como señal de disconformidad y se amarra la chalina como un entrenador de fama mundial…

Su físico es esmirriado y la ropa, oscura, sucia y vieja, parece ondearse sobre su piel..

Y hace sonidos guturales que nadie entiende…

Y busca robar mirada, una sola atención al menos…

Y posa sus manos sobre la baranda de cemento y observa al público…

Y, minutos, después, cansado, resignado, vuelve a su lugar… el frio asiento 158 de la parte más alta de la tribuna preferencial del estadio…

Sólo, él y su ilusión de ser alguien, aunque sea por un momento...

El loco, el hincha…

miércoles, 16 de marzo de 2011

Zapatitos tristes

Zapatitos tristes...

cuero gastado pero desatinado en un espíritu como el tuyo...

tan fiero ante la amenaza de agobio y tristeza...

Asi, amarrando, estirando la cuerda, echándole saliba incluso, dale la lucha...

nunca te dejes vencer, cálzatelos nuevamente y sigue caminando y pateando...

Finalmente, infante aún pero ya hasta lazarillo de tu creadora eres...

sus ojos y soldado en calles peligrosas y destinos enigmáticos..

Chiquilin con alma de guerrero cuajado...

Sergio. Zapatitos tristes. Pero no quebrados.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Peta, peeeeta...

Cabecita de panca de choclo....
Viene quemada, negra, pero no afecta tu lucidez...
Peeeta, peeta... queriendo esa cosita ploma que vota luces centellantes...
Tampoco hace mella en tu fortaleza física...
Y corres y saltas, y subes a la banca de cemento y bailas por el filo del cuadro mientras me sobresalto proyectando una cámara fotográfica hecha polvo...
Y pides sonrisas...
Y apretas el disparador...
Y te desatas de pura risa...
¿Me la devuelves?
No!... peta, peeeta pé...
Ja, ja, ja...
Cabecita de panca de choclo....

sábado, 5 de marzo de 2011

Gracias...


Hoy, que la  decepción me gobierna, apareces tú querida madrecita. Tú con ese aliento inquebrantable que me recoge y levanta... que me alcanza la mano última, el lazo agónico, para salvarme del foso. Nada, nada, puede plasmar mis sentimientos hacia ti, viejita linda. Ni siquiera estas líneas, que, hoy, quiero recordar...

Gracias por cada noche que, luego de tus labores como farmacéutica y retando a tu cansancio, te esforzabas por enseñarme las lecciones escolares.
Gracias por las reuniones anuales en la Juguería San Agustín cada fin de año que te entregaba un diploma de aprovechamiento en mi escuela.
Gracias por esa abnegada dedicación por los enfermos que cada día y a cada hora asistían a tu consultorio.
Gracias por preparar esas ricas tortas de harina en épocas de escasez de pan.
Gracias por levantarnos cada mañana y prepararnos para asistir a la escuela.
Gracias por correr despavorida hacia el cuarto que ocupaba junto a mi hermano cada vez que ocurría un temblor y abrazarnos para protegernos.
Gracias por comprarme mis primeros zapatos de fútbol, una noche que rompí en llanto por no tenerlos.
Gracias por ese espíritu extraordinariamente altruista a favor de los que no tenían, por obsequiarles las medicinas cuando sabías que el dinero no les alcanzaba.
Gracias por soportar el dolor y reír cada vez que te apretaba la nariz en son de cariño.
Gracias por promover el respeto y cariño hacia mis hermanos de padre.
Gracias por defendernos aquella noche que asaltaron la farmacia y nos apuntaron con una pistola.
Gracias por tus exquisita “Gallina entomatada”, el único plato que sabias preparar los domingos.
Gracias por mi bicicleta “Goliat”.
Gracias por soportar mis depresiones y rabietas.
Gracias por entenderme.
Gracias por estar siempre a mi lado…

Lo que se hace...

Hace unos años, hubo alguien a quien quise con el alma. No lamento nada de lo que pasé junto a ella. Hubo demasiados momentos hermosos como para caer en dramas.

Sin embargo, pasado un lustro, los recuerdos de ciertas malas actitudes me vienen como un golpe seco al rostro. Como esa salda de cuentas que a todos, en algún momento, nos viene. Y envueltas, que es lo paradojico, en las propias actitudes que tú, con tus despropósitos de veinteañero retrasado, propiciaste.

Eran épocas en que, sopenco, estancado en la adolescencia a causa de la pérdida de mi madre, los desafectos de mi padre y la falta de cariño (es mi tesis), me portaba como un irresponsable, terriblemente inmaduro.

Y no soportaba ningun error por más mínimo que fuese. Niño. Intolerante. Y quería imponer, camufladamente, mis decisiones al menos que las de ella me resultarán convenientes para mi. Chiquillo. O frustraba citas, diálogos o reuniones con justificaciones absurdas como jugar fútbol, ver una película, quedarme dormido. Infante. Me gustaba, incluso, demostrar falsa indiferencia, un desinterés que no sentía pero, bruto, mi espíritu pedía ante alguien que sólo sabía darme cobijo y respeto.
Ni sus pedidos de reflexión y reacción me hacían replantear, en algunos casos. En varios, su cariño incombustible sí tenía frutos. Igual, al margen de tantos y tantos momentos celestiales, en cierta época, fui muy torpe.

Hoy, lo recuerdo clarito, nítido.
Y es que lo que se hace, se paga.

martes, 1 de marzo de 2011

Para no sentirse mal


Hay momentos, lógicos, obvios, en que nos sentimos como una M.

En que ni salir a la playa, jugarse un partido de fútbol, comerse una parrillada gratis, recibir un regalo o, ni siquiera salir con la chica más bonita del salón, sirve. Y aquel que diga no, la pita que lo partió. Lo malo resulta cuando en esas circunstancias, tan incómodas, no encuentres en tu alrededor más consuelo que tu propia soledad.

Pero, carajo si el hacedor es grande y mi madre le mete más pellizcos que la gran siete. Pues yo, inefable, melancólico hasta el infinito y siempre afecto a sentirme como una M…, cada tanto recibo, de inmediato a esos ataques que parecen empujarme a coger el cuchillo filoso con que la empleada de mi casa corta la carne, muestras sublimes, estímulos celestiales, climax de cariño que, la verdad, no creo merecer.

Vienen cargados en los brazos de un indigente, sonrientes en el rostro de un niño que fue abandonado por sus padres, en el beso de una pequeña que lava carros cada mañana, en el abrazo sincero de una madre que se prostituye pero no ha perdido la gratitud sincera. En aquel adolescente que vive en Alto Trujillo y a veces se droga, pero, quiere ser periodista…. en marginados que no quieren perder la esperanza… hasta en amigos comunes, simples y silvestres que no dejan de demostrarte que tu paso terrenal no es intrascendente.

Y, gracias mil, gracias por evitar, madre, dios, que el sentirme como una M… me arrastre. Gracias por tanto, que, la verdad, no creo merecer.

domingo, 27 de febrero de 2011

Paraíso...

Golondrina...
Avecita de pecho verde y pico inquieto...
Detén un momento el calmar de tu sed...
Tú... que te mueves con la libertad y armonía que todos, terrenales inefables, envidiamos...
Llévame contigo...
Cárgame hacia tu habitat más paradisiaco...
Donde el cielo se una al mar, se guarezcan los últimos unicornios, la justicia reine, mi madre descienda para cumplir los designios del hacedor...
Y además, los humanos, por fin, podamos convivir en paz...

sábado, 26 de febrero de 2011

miércoles, 23 de febrero de 2011

Bendito cangrejo

Mañana o tarde...

Pasado meridiano o cuando la luna completa

En una clínica de pronunciación difícil...

No sé...

Lo que no admite dudas, en cambio..

Es que hoy mueres, cangrejo...

Cebiche o chupe...

lunes, 21 de febrero de 2011

Tentando salidas...



Cómo comprenderlos, cómo entenderlos.. como traspasar esa dura coraza que cubre sus corazones?

Bastará una pelota de fútbol, otra de voley, charlas terapéuticas y voluntades dispuestas cada tres días?

O unas palabras de cariño y promesas de buen trato?

O, más certero aún: la ilusión de una nueva familia y un inicio desde cero?

Pero, Dios… El tiempo, ya me ganó… y nunca vuelve….

Sin embargo, nadie decaerá.
No!

Son sólo rezagos de violencia que otros hicieron, nunca ustedes. Nada más que eso.
 Sí...

domingo, 20 de febrero de 2011

Contradicciones

Alguien, al borde de la desesperación, insistía, reiteraba: EL AMOR, CUANDO QUEDA UN POQUITO DE EL, LO PUEDE SUPERAR TODO, TODO… lo dijo mil veces... ahora, no quiere admitirlo.


Alguien, pedía seguridad. Pero, luego, cancelaba, sorpresivamente, acuerdos continuamente, sea citas, visitas a la iglesia, jornadas de café,  sin razones adecuadas. Y sobre la marcha, cambiaba de opinión. Y volvía a lo mismo, luego. Hoy, incluso, hasta dice ya no querer.

Alguien, reclamaba, insistía, pese a la negativa de su pareja, tomarse un tiempo para meditar. Hoy, que se lo dieron, no lo acepta pues eso impidió vínculos en familia, lamenta.


Alguien, exigía seriedad. Hoy, define por internet.

Y pese a seguir amando, no es honesta con los errores que también, como él, cometió.


Contradicciones. Justificaciones fáciles para buscar una salida falsa, una negación a las oportunidades de reivindicarte que el amor siempre te da.

Del otro lado, un tipo melancólico, desordenado e intolerante. Un tonto que no aprendió de relaciones pasadas a ser más cauto, menos precipitado, pero que trata de no negarle verdades a su corazón. Y quiere luchar. Porque a esa conclusión ha llegado luego de días de meditación, porque son miles de veces más las virtudes, los hermosos momentos vividos que los problemas generados. Y, sobre todo, porque la quiere.
Desahogos, catarsis de pluma y letra.

martes, 15 de febrero de 2011

Impulso...


Amaneces… Joa… y tu cielo debería mostrar coloridas guirnaldas cayendo suavemente, aves cantando y delfines saltando sobre un mar muy azul y calmo …
Pero, no. En un clima de tensa paz, expone monitores circulares con luces relucientes, corses ajustados, señores de mandiles blancos que te abrazan las piernas y mueven los brazos cada tarde…
Y también, esta rara vida, te viene con lentitos de Dady Yanke… de lunas claras y marco celeste que empujan la ironía…
Entonces, tu mirada temprana ya es algo oscura… por qué si recién conoces el día y aún no completas tu primera frase ?, por qué?
Pero, que bah, no importa… nunca dejes de sonreír… Ese es tu alimento y el nuestro… el impulso para no decaer, siempre juntos… esa muestra inobjetable de que el hacedor existe.
Lentitos de Dady Yanke… de lunas claritas y marco celeste…

lunes, 14 de febrero de 2011

No pasa nada

De lado, de espaldas... nunca de frente... sigiloso... pero bien que muerdes y creas temor…. bendito cangrejo… ya veras.

jueves, 10 de febrero de 2011

Loco bueno

¿Loco yo? locos son aquellos que no quieren entendernos y caminan siempre contrarios a nosotros... Parametrados, acartonados, idiotas, sonsos... ja,ja.
Canto, toco trompeta, saxofon, tambor, arpa, quena, violin y hasta este acordeón del año 40... ¿loco yo?  sino escucha, mi buen y nuevo amigo...
Y sí... incuestionable... como los sones que generan tu sinceridad vestida sin zapatos y sombrero tiroles... esa atrevida pero honesta, frontal pero verdadera .... como esta noche que el frio nos raja y nada tiene que ver con un velorio... como ese pelícano que  le ganó metros a la playa  y corona tus hermosos ritmos en penumbra pacasmayina...
¿loco, loco tú Jose Manuel Moncada Luccianeti?.. no les hagas caso... nos envidian... y ven, tomemos un vaso de vino que el pesado viaje desde Trujillo ya lo pagaste...

domingo, 6 de febrero de 2011

Ocho años... debería ser maravilloso

                                   

- ¿Hey, pequeñín, que te pasa, eh? Porque no juegas fútbol con tus compañeritos?
- “Yo no sé jugar, señor, no sé, no insista por favor”

La mañana toma cuerpo con un sol radiante en la urbanización Los Granados pero a un carasucia de pantalones celestes y sandalias en muere parece no motivarle. Se ha sentado, enboladito, con las piernas pegadas al pecho y sus brazos rodeándolas, en una de las bancas del coliseo donde sus amigos, tan marginales como él, hacen deporte dos veces por semana como parte de un programa de desarrollo personal que una empresa local ha iniciado. Pero, ni las pelotas nuevecitas marca Umbro parecen importarle a Roberto. Y menos, las palabras de un flaco barbón con cara de pocos amigos.

- Oye, pero puedes aprender pues Robertito, vamos, acompáñame.
- “Que no, señorrrr”.

Eh, igual te quiero. Y si no soy yo será Orlando, el psicólogo. De repente Pilar V., la nutricionista. O quizá Pilar H., la profesora de voley a la que tanta atención le tienes y ahora sí le aceptas conversar y jugar.

Y vive en el Milagro, una pobre villa muy lejos de aquí, a la salida de Trujillo rumbo norte. Y tiene cinco hermanos mayores. Y trabaja desde los seis. Y no conoció a su padre. Y su madre trabaja "lejos, en una fábrica por Lima y nos visita cada semana" Ocho años de edad y tantas preocupaciones para una etapa que debería ser maravillosa...

Pero esas turbaciones que pueblan tu mente o tantas penas que tu cuerpecito – débil pero con ganas de vitalidad - parece haber sufrido, tienen que disiparse. Y la próxima semana, vuelvo a la carga hasta que seas mi 'pata'… por mi madre.



viernes, 4 de febrero de 2011

20 soles...

La pobreza, impía y tan arbitraria ella, nunca agota sus recursos para deprimirnos. Y se renueva. Es como los días de incierto verano en Trujillo, dispersos entre lluvia, frio y calor. O la Caja de Pandora, llena de sorpresas...

Cuando piensas, lo has visto todo, de repente, tu rostro sufre un portazo a la altura de los ojos… y frunce el ceño cuando un pequeño de ocho años siente marginación por ser homosexual y tiene las manos totalmente agrietadas de tanto cortar flores con espinas en el negocio que su madre posee, en la puerta del cementerio Miraflores... O prefieres tragar saliva tras de una madre que se alimenta de una sucia bolsa transparente conteniendo pedazos de carne mezclada con arroz y guiso mientras un flaco tipo con cara de ogro intenta explicar los beneficios de un programa de mejora de autoestimas en el auditorio del instituto Sencico…

Ahora, el turno es de Rosmery con sus lastres de abandono cruento… Mi singular amiga acaba de cruzar el umbral de acceso al comedor de mi hermano mayor… buscándome… seis pasos forzados... muy sucia… triste… “joven buenas tardes, estará por aquí el señor Oswaldo?, le pregunta a un mozo... y quisiera no estar… impotente por no poder hacer más que 20 soles de préstamo a esta madre de tres niños, mirada perdida y dientes destrozados.. por no poder atenuar sus lágrimas y el recuerdo de una hija perdida…

“Pérdóneme joven Oswaldo… pero ya me botan del lugar donde me quedó… 20 soles necesito... le juro que nunca más le pido dinero”.... y los comensales que no disimulan su fastidio y un empleado me advierte que el mantel no soportará la grasa en las manos de mi invitada...

Ok. Rosmery... pero ya no vuelvas a esa fría y horrible caseta del jirón Orbegoso… no es agradable verte allí… tus hijos no merecen eso..

“Oiga, sabe, yo conozco al nuevo alcalde de El Porvenir… Paúl se llama…. y tiene mi edad, 33”... “ ¿Por qué no postula ‘usté’ para la alcaldía de El Porvenir eh?. ..” … “yo votaría por usté… pá presidente si no sé….” Ja,ja,ja… Eh, toma, ya no llores, pero, antes de irte, acaba tu almuerzo... si no me molestaré... y, gracias...  me has dicho lo más hermoso en lo que va del día…